La episiotomía es un corte que, cuando se realiza deliberadamente, se transforma en poco inocente.
Se hace en la vagina cuando el bebé ya tiene la cabeza casi afuera. Es en apariencia "pequeño", pero no crean que es solo lo que se ve, sigue en las profundidades y, muchas veces deja una cicatriz imborrable.
La episiotomía es una de las intervenciones más frecuentes durante un parto vaginal. Su práctica es bastante rutinaria, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que sea selectiva, que solo se realice cuando sea sumamente necesario.
Cuando no es anunciada ni consentida, la episiotomía es una de esas formas de violencia obstétrica y es, también, una forma de violencia de género.
La episotomía no es un procedimiento para realizarse de rutina; debería ser selectiva y practicarse como excepción (cuando hay algún riesgo para el bebé o la mamá, si el canal de parto es estrecho y hay desproporción entre el tamaño de la cabeza del bebé y la pelvis, si el bebé está en una posición determinada), son algunas de las razones para hacerla.
La violencia obstétrica se puede manifestar de muchas maneras que, por lo general, no se identifican con facilidad y menos en ese momento.
Hacer episiotomía de forma automática y de rutina se da cuando el embarazo empiezan a verse como enfermedades que hay que controlar, que tienen riesgos que hay que evitar, en lugar de verlos como procesos naturales.
Pensar que hacer la episiotomía debe realizarse si es necesario, porque no es una intervención tan inocente, nos deja una recuperación más lenta, una herida por curar, dolor y muchas veces problemas en nuestra sexualidad, porque las cicatrices duelen.
Respecto a otros cuidados de la episiotomía, recordamos que el hielo puede aliviar el dolor al desinflamar la zona y se está desaconsejando sentarse sobre flotadores y coger pesos excesivos o hacer esfuerzos hasta pasado un tiempo, ya que la piel y los puntos podrían tentarse.
La violencia obstétrica se puede manifestar de muchas maneras que, por lo general, no se identifican con facilidad y menos en ese momento.
Hacer episiotomía de forma automática y de rutina se da cuando el embarazo empiezan a verse como enfermedades que hay que controlar, que tienen riesgos que hay que evitar, en lugar de verlos como procesos naturales.
Pensar que hacer la episiotomía debe realizarse si es necesario, porque no es una intervención tan inocente, nos deja una recuperación más lenta, una herida por curar, dolor y muchas veces problemas en nuestra sexualidad, porque las cicatrices duelen.
¿Cómo aliviar el dolor de la episiotomía?
Los ejercicios perineales, el yoga para embarazadas y esos ejercicios que ejercitan nuestro suelo pélvico (Kegel), ayudan. Los cursos de pre parto siempre son recomendados y hay técnicas que ayudan a aumentar el tamaño del periné, que incluyen mensajes y otras magias.
Respecto a otros cuidados de la episiotomía, recordamos que el hielo puede aliviar el dolor al desinflamar la zona y se está desaconsejando sentarse sobre flotadores y coger pesos excesivos o hacer esfuerzos hasta pasado un tiempo, ya que la piel y los puntos podrían tentarse.
Posibles consecuencias notables
- Mayor hemorragia en el parto.
- Infección del corte.
- Incontinencia urinaria y/o fecal.
- Relaciones sexuales dolorosas (dispaurenia).
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